Publicado en Capital
La historia de Oxy’Pharm es una historia de éxito a la francesa como pocas se conocen. La empresa fabrica y distribuye máquinas y productos biodegradables para la desinfección y la desinsectación automatizadas de superficies. Creada en 2003 e instalada en Champigny-sur-Marne, la empresa original, aunque sigue siendo familiar, es actualmente un grupo enorme cuyos productos se distribuyen en 90 países del mundo. Encuentro con Thierry Rouleau, presidente, y con su hermano, Arnaud Rouleau, de Oxy’Pharm.
Oxy’Pharm nació en 2003, pero sus orígenes son más antiguos…
¿Cómo han ido desarrollándose hasta ponerse a la cabeza de un grupo?
Nuestra misión consiste en poder ofrecer todas las soluciones de desinfección y aportar a nuestros clientes la solución más pertinente e idónea para sus necesidades. Por ejemplo, en 2011 compramos Sanivap, una empresa de Lyon especializada en la limpieza con vapor, lo que nos permitió completar nuestros conocimientos especializados en biodesinfección por medio de la limpieza biológica. Y también Oxy’Serv, una filial del grupo Oxy’Pharm, que ofrece un servicio de intervención de desinfección y desinsectación, tanto para profesionales como para particulares.
Airel se ocupa de los retos de la desinfección del agua que se utiliza en las turbinas de odontología…
Sí, porque esa agua es muy estática y el índice de reproducción bacteriana es exponencial. En 1985, se descubrió el sida. Aunque todavía no comprendemos su sistema de transmisión, resulta evidente la necesidad de aplicar sistemas de desinfección. En 1997, una nueva crisis afectó al sector odontológico y nuestro socio principal, Quetin, fabricante de sillones para odontología, quebró. Compramos su empresa y combinamos nuestros conocimientos especializados para convertirnos en el único fabricante francés de sillones para odontología, con el nombre Airel Quetin. Nuestro punto fuerte es la tecnología y sabemos captar los mercados franceses: asistencia pública, ejército, facultades de odontología, clínicas dentales, etc.
¿Cuándo y por qué se interesaron por la desinfección de superficies por vía aérea?
Al principio de la década de 2000, reflexionamos sobre una problemática grave: el riesgo extremadamente alto de transmisión de las infecciones nosocomiales y del SARS-coV en las clínicas dentales, relacionado con la niebla generada por los tratamientos.
¿Qué soluciones encontraron?
Empezamos a investigar el peróxido de hidrógeno, que es un desinfectante excelente, pero presenta el inconveniente de ser inestable y muy corrosivo. Inventamos una máquina que transforma un líquido en gas sin calentarlo y que permite que ese gas actúe contra las bacterias sin resultar corrosivo: Nocospray, que desinfecta todas las superficies sin dejar residuos, lo que descarta todos los riesgos de gérmenes resistentes. En resumen, esa máquina, certificada como producto sanitario, ¡transforma una cocina en un quirófano! Así nació Oxy’Pharm, que actualmente engloba Airel-Quetin.
¿A quién van destinados sus sistemas de desinfección por vía aérea?
A todos los sectores: el sector sanitario en su conjunto —consultas médicas, hospitales, ambulancias, etc.— y el sector agroalimentario, pero también a las escuelas infantiles, los colectivos, etc. Nuestras máquinas y productos se someten a ensayos bacteriológicos y están certificados, lo que nos coloca como líderes en este mercado. En 2003, fabricábamos 200 máquinas al año; ¡en la actualidad producimos 3000 al mes!
«Todas las entidades de nuestro grupo experimentan un aumento de su volumen de negocios por sinergia y complementariedad».
¿Qué impacto ha tenido la COVID-19 en Oxy’Pharm?
Hemos pasado de una producción diaria de 1500 litros de desinfectante a 10 000 litros. Y hemos multiplicado nuestra producción de maquinaria por diez. Nuestros equipos hacen milagros todos los días.
¿Qué balance hacen hoy?
Desde 2009, Lucie, mi sobrina, y Romain, mi hijo, llevan las riendas de la empresa. En diez años, Airel pasó de 7 a 10 millones de volumen de negocios. Oxy’Pharm pasó de 600 000 euros en 2008 a 8 millones en 2019. Este año probablemente triplicaremos ese volumen de negocios.
¿Y mañana?
Aumentar el volumen de negocios de Airel-Quetin con un crecimiento orgánico y, en particular, desarrollar más las exportaciones de material odontológico. Estabilizar el volumen de negocios de Oxy’Pharm y continuar su crecimiento externo. La crisis sanitaria actual ha abierto todos los mercados (teatros, esteticistas, ópticas, etc.) y queremos desarrollar nuevas gamas para poder adaptarnos a cada uno de ellos. Pero lo que valoramos muchísimo es seguir siendo una estructura de dimensión humana que fideliza a sus colaboradores y conserva nuestros valores: el trabajo y la humildad.
Más información en el sitio web de Oxy’Pharm.